Tu carta...

Hablemos de verdades, de que amas y te han amado.

No me digas tonterías! Eso de que nadie se ha enamorado de ti, no te lo creo.

Si hay algo de lo que no podemos estar seguros, es del amor. En el fondo sabes, que más de uno te ha amado.

Quizá no le has dado la oportunidad al amor, o al menos, no a quien debías.

De aquella charla, aquella pregunta…

Por que no dijiste la verdad?

Sí, te sentiste asustada, pero… ves? No das oportunidad.

Ahora aceptas que me amaste en su momento, pero, me habría encantado saberlo entonces.

No voy a negarlo, me obligaste a hacer una auto evaluación exhaustiva… en que me equivoqué?

Me la habrías podido evitar.

Aún hay más que debes saber.

Hubo un tiempo en que yo te traía en la cabeza, eras un pensamiento fijo, después, no sé que pasó.

Dijiste cosas, de esas que te obligan a mantener amarrado tu corazón, por que si lo sueltas, se hace añicos...

Y después, cuando dijiste que no, me sentí estupido, que había dejado verme muy pagado de mi mismo, incomodo, mas, por lo que pudieras pensar tú de mí…

Pensé siempre, que en realidad, no querrías escuchar lo que sentía por ti.

Sí, también fue que ninguno quiso aceptarlo frente al otro y terminamos por hacernos creer que lo mejor era quedarnos como estábamos…

Pero no agradezcas, si sentí algo por ti, es por que tú me hiciste sentirlo. Eres especial, empieza a creértelo.

Ahora, debo decir también, que me has quitado un peso de encima, me sentía estupido y tonto al verte, por eso prefería no hablarte…

Por último, hazme un favor.

Enamórate de alguien que te quiera, que te abrace mucho y no se canse de decirte lo especial que eres…

Pero eso sí, no le des chance a cualquier wey…

Cuídate.

C.

de verdad, gracias por escribirla...