
Me siento rara al escribirte esto, es solo, que no sabía cómo o si debería hacerlo.
No quiero usar frases gastadas, sobevaloradas, cosas que seguro has escuchado toda la vida.
Lo único que quiero, es decirte que fuiste lo más maravilloso que me pudo suceder, que tu presencia en mi vida la hizo mil veces mejor y que no habrá nadie con quien me sienta la persona que me sentí a tu lado.
Esos minutos, ese abrazo... no supe qué decir o qué sentir, se helaron mis manos, se detuvo mi corazón, mis palabras salían por inercia y tú tan entero.
Supe, desde que te tuve frente a mi, que eres aún más de lo que había imaginado. Estabas ahí, de pie, con esa mirada cálida que había esperado y yo, sin saber qué decir.
Sentí una profunda tristeza por no ser ni la mitad de lo que esperabas. Pero, indudablemente supe que algo bueno había hecho para tenerte frente a mi.
Por eso solo intento ser honesta, decirte que me hace feliz lo que pasó y ya.
Quiero preguntarte si ahora si podemos ser amigos, si ya es más fácil dejar todo atrás, si así es más fácil olvidar lo que pasó...
Y no me atrevo.
Tengo miedo de que el ciclo que conozco se repita contigo... De que te hayas arrepentido.
Francamente, no espero otra cosa.
No podría.
Aunque, si lees esto, sería bueno, saber si aún contamos el uno con el otro.
Si no es así, lo comprendo y sin rencores, al contrario.
Fue chido conocerte y que me ayudaras a descifrar tantos misterios que existían para mi.
Gracias por las letras y por llegar...
No quiero usar frases gastadas, sobevaloradas, cosas que seguro has escuchado toda la vida.
Lo único que quiero, es decirte que fuiste lo más maravilloso que me pudo suceder, que tu presencia en mi vida la hizo mil veces mejor y que no habrá nadie con quien me sienta la persona que me sentí a tu lado.
Esos minutos, ese abrazo... no supe qué decir o qué sentir, se helaron mis manos, se detuvo mi corazón, mis palabras salían por inercia y tú tan entero.
Supe, desde que te tuve frente a mi, que eres aún más de lo que había imaginado. Estabas ahí, de pie, con esa mirada cálida que había esperado y yo, sin saber qué decir.
Sentí una profunda tristeza por no ser ni la mitad de lo que esperabas. Pero, indudablemente supe que algo bueno había hecho para tenerte frente a mi.
Por eso solo intento ser honesta, decirte que me hace feliz lo que pasó y ya.
Quiero preguntarte si ahora si podemos ser amigos, si ya es más fácil dejar todo atrás, si así es más fácil olvidar lo que pasó...
Y no me atrevo.
Tengo miedo de que el ciclo que conozco se repita contigo... De que te hayas arrepentido.
Francamente, no espero otra cosa.
No podría.
Aunque, si lees esto, sería bueno, saber si aún contamos el uno con el otro.
Si no es así, lo comprendo y sin rencores, al contrario.
Fue chido conocerte y que me ayudaras a descifrar tantos misterios que existían para mi.
Gracias por las letras y por llegar...
1 comentario:
Sinceramente no te conozco, es la primer vez que entro a tu blog, he leido varios de tus post y me identifico mucho...
Sobre todo con este, creo que esta situacion es la misma que la mia, un saludo y sigue asi...
Publicar un comentario