Paradoja...

Cuando mi Angel y yo comenzamos a salir, a mi parecía un número más en mi estadistica.

Paradojicamente, como todo en mi vida, yo, que soy un Demonio, enamoré sin querer a un ángel que es.. dígamos, algo distraído.

No me importaba, la verdad es que Snop hacía que la vida tuviera otro sentido, Ángel era solo un reto más que había cumplido.

Snop era mucho más que mi fantasía, era capaz de hacer que el mundo entero desapareciera de mi alrededor cuando me besaba, pero así como apasionado, tambien era inteligente, así que hábilmente, me abandonó.

Ángel soportó, como buen espiritu torturado, mis ires y venires de las camas ajenas.

No se quejaba ni se oponía, no hablaba. Solo aguardaba su momento.

Snop desapareció a pesar de mis enfermas persecuciones y yo me resigné a que dejar ir es dejar ser.

Ángel y yo comenzamos a salir cada vez más seguido y cada vez más en público.

No me preocupaba, sabía que sería fácil deshacerme de él en cuanto lo decidiera.

Una noche, asquerosamente ebrios y calientes, a mitad de la calle, hicimos el amor.

Su boca aún con olor a vodka, mi cabeza dando mil vueltas, mis ganas de coger y su desesperación por quitarme la ropa, hicieron que fuera una de las ocaciones más memorables de mi historia.

Es algo que jamás olvidaré.

Fué como la primera vez que se inhalé cocaina: Creí que lo dejaría, pero sabía que no lo haría.

Ángel construyó todo un universo para mi. Para que lo destruyera a mi antojo, para que lo quemara si quería, para que reinara en el...

Ángel aguantó las llamas del infierno, se quemó, le dolieron, pero no se fué. Se quedó a mi lado, admirando mi maldad, haciendo conmigo, como hacía con todos: dejandome ser quien yo quisiera.

Hacer el amor es sentir que las nubes arden en llamas, que el infierno se ahoga entre el hielo.Y así soy. Soy el mismo demonio, pero ahora, hace siete meses, camino con un Ángel cuídando mi espalda.

Sé, que pronto, ese Ángel probará mis colmillos...