13 de julio de 2011

Lunes, Junio 11

Siete meses y contando...
se despertó pensando que algún día tal vez, se reiría como todos decían.
Que quiza pronto depertaría sin sentir ese peso sobre sus hombros.
Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas y entonces, mojó sus manos bajo el chorro de agua que salía de la llave para enjuagar los trastes.
La noche anterior, había ahogado un grito en su garganta nombrandolo, deseó que él fuera quien le hiciera el amor, pero no.
En eso pensaba. Despues, recordó el día que mientras esperaba que el mandara un mensaje, su telefono sonaba como loco y no quiso contestar. Era él.
El celular sonó.
Secó sus manos y sus piernas temblaron al mirar su numero en la pantalla. No tenía nombre, pero para qué lo quería si lo conocía de memoria?
Leyó el mensaje: Hola, buenos días!! espero que estés bien, ya tienes trabajo? espero que si, yo estoy bien, tengo insomnio.
Tuvo que sentarse a leerlo de nuevo.
tanto tiempo, tanto amor, tanto dolor y solo decía eso???
CON QUÉ DERECHOOOO????
pensó mucho en qué decir y al fin escribió: quieres dar un paseo? te veo a las 5 en el metro.
un mensaje más de él: supongo que donde siempre. te veo a las cinco.
Ella salió de casa, la lluvia mojó su cabello y su ropa, sentía un frío terrible, pero no por la humedad, sino dentro, en los huesos...
Los ojos ardían.
Lo vio sentado donde siempre, como si nada hubiera cambiado en todos esos meses, pero, si, algo había cambiado y lo sentía clarito.
Se tomaron de la mano, ni siquiera hubo un beso en la mejilla.
Caminaron, hablaron, conocieron lugares. Ella sentía unas ganas inmensas de hacerle daño, de decirle algo que lo hiciera sentir mal, algo que lo hiriera en lo más profundo, pero guardó silencio.
Él hablaba como si nada, como si jamás se hubiesen separado, como si él nunca le hubiera roto el corazón.
Ella caminaba pensando en como podía! apretaba los puños, los dientes y sonreía cuando él la miraba. Lo escuchaba y sin embargo, parecía que no lo conocía, que era un tipo desconocido hablandole de cosas sin sentido, cosas que no le interesaban, cosas que ella no preguntó.
Y se sentaron a la orilla de la calle, llovía.
El cruzó un brazo por su espalda, la de ella.
Ella solo intentó evadir el toque.
Él tomó su rostro, el de ella, entre sus manos, las de él, quitó su cabello, el de ellá, de su rostro.
Ella no levantó la mirada de sus pies, los de él.
y sintió un profundo odio dentro de si, por que él ya no tenía derecho de tocarla, de acariciarla, de mirarla ni de sentir ganas de recordar sus besos!!
El la abandonó, le destrozó la vida, la engañó..
Ella rezó.
Y entonces, por fin sintiendose fuerte, le dijo:
Voy a pedirte un favor, es raro, ni siquiera creí que pudiera pedirtelo pero lo necesito. No más!
ÉL la miró desencajado, sorprendido.
- No más mensajes, no más llamadas, no más vernos. Me haces daño y ya no lo quiero.
Se miraron por última vez.
él se fue, devolviendo su corazón, el de ella, a su lugar...

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