broken

siempre pensaste que el amor siempre es una cosa delicada, algo diferente, una razón de vivir. hoy no. hoy te depertaste creyendo que tu vida no tiene sentido, que te gustaría ya no despertar, ya no quieres vivir.
se acabaron las razones, los motivos, las sonrisas, las alegrías, las esperanzas..
no tienes un solo aliciente para levantarte en las mañanas, quieres irte, correr y despues, esperar a que la vida se te escape de las manos.
tu cuerpo per se, te ha gritado que se hartó de tus abusos y de tu maldito caracter. el estomago ha sangrado, los pulmones casi revientan, ha regresado el temblor de la mano y ahora, incluso tus ojos, se niegan a ver...
es hora, te dices una y otra vez esperando que suceda.
es hora! gritas tratando de convencer a tu cuerpo que se detenga, a tu corazón que cese de latir, a tus pulmones de que de una vez por todas revienten...
pero no.
sigues sentada frente a una hoja en blanco, tratando de explicar que es lo qeu pasa, que es esta sensación de abandono que te ha invadido y lo sabes.
cuando él llegó te dibujaste una vida distinta, era lo que querías y él estaba ahí sacrificando todo para dartela.
creiste una vez más que ésta sería la buena.
y la última vez que te encerraron en el hospital, te diste cuenta.
de nuevo te habías equivocado, de nuevo tu eras quien daba todo recibiendo migajas, que tonta!
saliste del hospital y no estaba esperandote, ni una llamada, nada.
no hubo flores, ni disculpas, no hubo un abrazo, solo un beso tibio en la mejilla.
no viste preocupación en sus ojos y sin mirarlo, dijiste que era hora, que morirías pronto. te regaló dos minutos para mirarte, te llamó loca.
no quisiste discutir.
demasiado tiempo perdido, pensaste.
te dolió el alma.
pensaste en su pasado, en como había sufrido y en lo mucho que quisiste aliviarlo.
nuevamente tonta!
quien curaría las tuyas? otra vez tu?
abriste los ojos, convencida, de que habías encontrado la causa de tu abandono.
tu hoja blanca comenzó a llenarse de figuras, de manchas, de formas sin sentido qeu se oscurecían frente a ti.
ya es hora, dijiste con un hilo de voz.
y pensaste, que habría sido bueno, que por una vez, alguien, te hubiera hecho sentir el centro de su vida, de algo...
cerraste tus ojos, y te dejaste ir, ya era hora...