No pude más con tanta tristeza dentro.
En un lapso de ira y con toda la fuerza que pude, estrelle el puño contra aquel espejo que me obligaba a ver las lágrimas que con tanto placer, tocaban mis labios…
Miré los trozos de mi reflejo caer al piso, sentí el ardor de las heridas corriendo hasta la médula, sentí que despacio, se me despellejaba la voluntad.
Puse un poco de atención en las manchas que se dibujaban en mis rotos tenis, era la sangre de mis manos mojándome los pasos. Me rendí.
Me dejé caer a los pies del olvido para sentir sus patadas destrozándome el rostro.
Hoy me declaré débil. La tristeza que intenté inventarme se vino abajo. Sin sentir, las rodillas se me quebraron.
Una vez más, me quedé de cara contra el piso…
Ya no puedo. No puedo más callarme que te amo, que te convertiste en el aire que respiro, que te amé desde aquella tarde que encontré tus ojos ocultos tras tus espejuelos, que con una sonrisa hiciste pedazos mis miedos, que no hay cosa que necesite más que tu voz, que no intento detenerte por que tengo miedo que elijas quedarte…
Te amo.
Y no te lo digo por que yo solo sería un estorbo para tus sueños, un lastre para tus alas, un no a tus esperanzas…
Por eso me callo.
Te miro seguro, te escucho conforme.
Que haría yo contra eso? Si no tengo nada que ofrecerte, no tengo un lugar que te sirva de refugio, ni dinero, no tengo una cama que pueda regalarte, ni sueños por compartirte, tengo solo este pasado que es mi futuro, sueños asesinados que empiezan a podrirse y un camino por el que no iré…
No lo mereces, lo sabes.
No podría manchar tus alas con mi miseria. Lo sé.
Así que me guardo este amor de mierda en mi agujerado bolsillo, lo pongo junto a esas palabras que no te diré, entre tantos te amo que no escucharas de mi…
Me largo y dejo los cristales en el piso.
Dejo las gotas de mi sangre para que un día sepas que estuve aquí.
Te dejo también un par de líneas que no leerás pero que me ayudaran a sacarme esta enfermedad que me contagiaste.
Así, me voy de este sitio, en que no estarás, el que nunca visitaste por que jamás te invite…
Me iré no sé a donde para tratar de olvidarte, para convencerme de que hago bien, para dejarte cometer tus errores, esos que dices, que no te permitirías no cometer…
No me despido, por que me llevo una parte de ti conmigo.
Así nada mas, me voy.
Sin que sepas que te amo con lo poco que soy.
Te amo. Te amo. Te amo.
Te amo aunque no lo sepas nunca.
Aunque solo lo sospeches.
Aunque sea solo un quizá para los dos…
Me voy por que debo hacerlo.
Por que en el fondo sé, que en un descuido, también podrías amarme…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario