Silencio...

-te amo…-dijo aun cansado por el esfuerzo…
No dije nada, me cubrí con la sabana por que hacía frío y tomé el libro que tenía en el buró…
Me puse los lentes y encendí la lámpara mientras él se recuperaba…
Se secó el sudor del rostro y se acomodó el cabello hacia atrás, me gustaba su pelo.
Estaba leyendo cuando lo escuché de nuevo, te amo, repitió, y tú no dices nada…
Le clavé la mirada, lo vi levantarse de la cama, tenía un hermoso cuerpo y desnudo se veía mejor…era como el David de Miguel Ángel, solo que con el cabello oscuro, largo hasta el oído y rebelde…
Mirarlo podía mas que todo, realmente me gustaba verlo de pie junto a la cama, serio, sin una sola palabra que lo vistiera…
Entonces, él hablaba, me sacaba de ese embeleso y acababa con todo volviéndome a la realidad…
-te vas a quedar así? Mira, un día vas a cansarme y voy a dejarte! Oíste? Te voy a dejar con tus libros, con tu café, con tus cigarros y con la copa que te bebes cuando despiertas, a ver si eso te hace feliz…a ver si así me extrañas…
Y me dio la espalda para meterse al baño… entonces me di cuenta, también me gustaba su culo.
Volví a mi lectura pero no me concentré, no era por sus palabras, era mas bien su voz… me gustaba la voz pero, pocas veces me gustaban las ideas que hilaba a medias con ella…
Me quede así, metida en la idea por unos minutos y puse el libro en su lugar…
Él salió del baño con la nube de vapor detrás, con el cabello escurriendo, sin ropa, sin toalla, húmedo…
Lo miré, no había notado que tenía un lunar de forma extraña en un costado, y me reí…
-ahora que, vas a burlarte aún mas de mi?
Dejé de reír.
-Escuchaste lo que dije? voy a dejarte…
No dije nada y me quite los lentes, me quite la sabana y pasé frente a él, me metí al baño y abrí el agua caliente…
Cuando salí estaba sentado en el sofá, se había vestido y perfumado, pero su cabello aún escurría sobre sus hombros…
Me acerque y lo toqué.
No quiero sexo, me dijo. No respondí.
- te dije que me iría, y lo haré, estoy decidido…
Me cansé de las amenazas y rompí mi silencio: y entonces, quien va a mantenerte?
Se quedó en silencio…
Así era como más me gustaba, calladito…