...primer capitulo de una historia que espero terminar...
Aquella noche fue como cualquier otra, unos gritos, algún golpe, unas lágrimas y mi silencio…
No había mayor frustración que la de ver como mi vida se consumía en un hogar en el que me até por puro y mero sentimiento.
Ese había sido mi techo y cobijo durante mi niñez, pero en los últimos días se había convertido en un maldito infierno.
Desde que mi madre nos dejó al principio por trabajo y después, por no recordar que existimos, la casa no era mas que un interminable suplicio, mis hermanas se la pasaban quejándose del abandono, la mayor se casó y se olvidó de nosotros, mi hermano decidió simplemente irse y, mi padre, mas enfermo que nunca en su vida, no dejaba de decir que prefería la muerte a seguir con esa vida de miseria y abandono.
Aquella noche, fue quizá, el inicio de una vida a la que le tomé las riendas y que hice mía por mera convicción.
Mi hermano, había vuelto como otras tantas noches, algo nervioso, extraño de carácter y desesperado por algún motivo del que no habló jamás…
Entró en la casa y mi padre empezó a gritar, diciendo que ojalá se muriera o que prefería que se largara como mi madre, persona a la que mi hermano amaba como a nadie, él no dijo nada, empezó a buscar entre los cajones y una de mis hermanas comenzó a gritar, él siguió en su asunto sin mirar atrás, yo no podía mas que intentar entender el dolor que guardaba dentro, mi madre lo había dejado después de que él le había entregado cuanto había podido… eso no era justo, para nadie lo fue.
En el intento de que mi hermano dejara la casa, mi hermana lo tomo por los hombros e intento al menos inmovilizarlo, mi hermano con un rostro que no lo conocía, la empujó con esa fuerza que los hombres tienen y ella cayó de espaldas contra el muro que divide la sala del comedor. Él salió corriendo como perro pateado y mi padre siguió gritando cosas en su contra, yo solo miraba sin entender que buscaba o por que, ni si le serviría para reparar el daño que mi madre le había causado. Mi hermana pequeña miraba todo asustada, lloraba sin hacer ruido y yo no atine siquiera a abrazarla, solo me di la vuelta y comencé a pensar en que esa no era la vida en la que alguna vez pensé, y que debía hacer algo para arreglarla.
Mi hermanita, Ana, entró en el cuarto y me miró, no dije nada, con cuidado se acercó y se acostó a mi lado, se durmió como esperando que al despertar todo fuera diferente.
Sé que eso era lo que ella más quería por que fue lo que mas quise yo por más de dos años…
Mi hermana mayor, Ángela, encontró un hombre que estuvo dispuesta a cargar con ella pero no con su pasado y menos con su familia, era salvarse ella o nadie, eligió bien, uno de seis no está mal…
Mi hermano, Rey, estaba destrozado, nadie sabía que hacía cuando no estaba en casa pero a nadie le interesaba del todo saberlo.
Mi otra hermana, Emma, la que mi hermano golpeó aquella noche, ella era la mas bonita, pero también la mas renuente a cualquier trato con hombres, no sé, quizá en fondo, esperaba su príncipe azul…
Yo? Yo era la única tonta que se adjudico la cosa esta de tomar las responsabilidades que mi madre dejó en el olvido.
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