10 de junio de 2004

A Martha, en donde estes...

Pensaba en escribir un post que valiera la pena, algo que realmente llamara la atención y, por que no? Que atrajera mas visitas a mi blog. (Siendo mercadologa eso es algo que no puedo evitar pensar)
Y de pronto, me di cuenta que eso no es lo realmente importante si lo que buscas es compartir con alguien lo importante para ti. Sé que todos los blogs comparten algo de su intimidad con quienes los leemos, no importa cuál sea o como se trate el tema.
Así fue como llegue a lo que voy a escribir hoy.
Durante mi estancia en la universidad hubo muchos cambios para mi, uno de ellos y con el cual al principio estuve en total desacuerdo, fue que me cambiaran al turno de la tarde, se me hacia pesado el solo hecho de pensarlo por que estaba acostumbrada a que en 15 años de ir a la escuela, siempre había tomado clase en la mañana…
En fin, no quedo otra que resignarme y empecé mi último año escolar.
Poco a poco llego la costumbre y con ella la felicidad.
Siempre pertenecí al famoso grupito de atrás, que es el que se caracteriza por molestar a los demás, criticar y hacer bromas pesadas…no éramos diferentes a eso.
Cuando llegò la hora de los trabajos finales decidimos aplicarnos de lleno, un profesor, Gustavo, nos daba “Agencias Publicitarias” y su esposa, Martha, “Promociòn de Ventas”, los dos se empeñaban en sacarnos adelante y ambos lo lograron, aunque he de decir que Martha era lo que se dice estricta en lo que a su materia se refería.
Por pláticas con los demás compañeros me entere que ambos tenían ya mucho tiempo intentando tener hijos y no lo habían logrado.
Nuestro semestre iba a la mitad cuando Martha nos dio la noticia de que ya tenia 4 meses de embarazo, nos dejò de dar clases y Gustavo tomó su lugar. Salimos bien librados, hasta eso.
Durante nuestras visitas esporádicas conocimos a su bebé, una nena preciosa que se llama Itzel. No había nada mas tierno que verlos a los tres juntos, se les notaba la felicidad!
Deje de visitar la escuela unos meses, y hace unos días recibí una noticia inesperada: Martha y Gustavo se habían accidentado. La verdad no me lo podía siquiera imaginar.
La niña estaba bien y Gustavo fuera de peligro, pero Martha no tuvo tanta suerte…
Le habían declarado ya muerte cerebral y solo esperaban un milagro.
No sé la situación actual de ella pero creo que no hay muchas esperanzas de que haya salido con bien.
Justo ahora que era tan feliz!
Pienso en ellos muy seguido, no rezo por que lo acostumbro poco, pero siempre les dedico algún pensamiento, el mejor que haya dentro de mi y si alguien mas lo hiciera, sé que seria un buen homenaje a quien recuerdo con tanto cariño.
Gracias por todo lo que me diste Martha!

1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias! mira q eres ingeniosa eh! si lo q querias es q vieran tu espacio! estaba buscando comentarios acerca de una novela de danielle steel q se llama max y martha y apareciste tu,muy bonito tu blog te felicito!!y aunque eres una perfecta desconocida perteneciente a todo el mundo q me queda por conocer te deseo mucha suerte..ah! lo pensamientos buenos valen mucho´porq son energia positiva