Como una maldiciòn...

…Sigue! Sigue con tu vida barata…!
Cògetela, cògela hasta que te canses, hasta que llenes el vacío que no te dejo Níquel, sino el que tu mismo te construiste con cada una de tus mentiras…
Cògetela, hasta que sudes, hasta que te vacíes, hasta que olvides que la soledad te cala en los huesos, hasta que le pierdas el miedo a las tres de la mañana…
Cògetela, incluso por el culo, lastímala como a tu modo poético lo hiciste conmigo, hasta que chille, hasta que se retuerza en el piso, hasta que el dolor la haga clavarte las uñas en la espalda…
Cògetela como entre líneas, como me lo hubieses hecho a mí si no hubieras tenido miedo, como alguna vez, en tu casa y de madrugada deseaste hacerlo con alguna virgen…
Ábrele las piernas, cògetela despacio, siente como se agita y recuerda tù mi sonrisa, respira, muevete sobre ella, disfruta su sexo, muérdela si te excita, tócala con la suavidad con la que escribes…
Mientras la miras estremecerse piensa en ayer, en Níquel, en tus gatos, en el frío que no te has cobijado, en el calor que has buscado, en la soledad de la que alardeas, en el amor que dejaste ir…
Cògetela con mas fuerza, hièrela, sométela, hazla que no olvide ese momento!…
Cògetela todos los días intentando olvidar, cògetela hasta que no pienses que era ella la mujer de tu amigo de infancia, hasta que sin querer creas resuelta tu estupidez, hasta que no te reproches tus actos torpes, hasta que seas capaz de pedir perdón, hasta que entiendas el ruso, hasta que creas que la amas, hasta que le grites mi nombre!


A Bukovsky, en un momento de nostalgia...